Como líder debes tener “olor a oveja“.
Si el líder es el pastor y la oveja el seguidor… el problema de hoy en día es que los líderes andan por un lado y las ovejas por otro.
Como el líder no está con las ovejas, no tiene “olor“ a ellas.
En el siglo XX se popularizó la política empresarial de tener “puertas abiertas“.
Eso ya no es suficiente hoy en día.
Hay que tener una política de “salir a tocar puertas“: proactivamente buscar el contacto con los seguidores.
Porque tener “olor a oveja“ es responsabilidad del líder y no del equipo de trabajo.
Y tú, ¿a qué hueles?
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